# Escribiendo aguardando la escritura (o en estado de ausencia) En ausencia del poema, coincido con Hugo Mujica cuando dice que entre sus libros de poemas están los que yo llamo «metapoéticas»: reflexiones en prosa como transtextualidades alrededor de ontologías de lo poético. Como respiraciones intermedias entre bocanadas o exhalaciones prolongadas. La inevitabilidad del pensamiento que se teje como una prenda entre grandes nodos. Escribir de esta manera es pausar y es también esperar. Escribir aguardando la escritura. Puente o puerta mas no entrada aún. Con la apariencia de irse encaminando a un espacio de escritura de mayor fluidez -tal vez- o fuerza y, sin embargo, tarea interminable, como un pozo del cual uno podría enriquecerse de la humedad mientras se espera por hallar agua y sanar la distancia que coloca la sed en vilo. El texto incompleto de una metapoética se enreda alrededor del poema que es potencia de lo vivo. Busca y rebusca haciéndose discurso filosófico pero también alternancia literaria, sin fijeza; como un devenir, un caleidoscopio en movimiento que yuxtapone reflexión y poesía como planos interpuestos, concupiscentes y por lo tanto sin la precisión de lo totalizante. Son el tránsito, el trance, la prueba que presume aguardar por lo que reflexiona y convierte en poema a la vez.